Posteado por: elcontector | abril 30, 2008

Algunas diferencias entre la visión evolucionista y la escuela neoclásica respecto al desarrollo tecnológico.

LA ESCUELA NEOCLASICA:

El enfoque neoclásico sostiene una concepción lineal del proceso de innovación (investigación básica, aplicada, desarrollo tecnológico, innovación), sin considerar que se trata de un fenómeno mucho más complejo cuyos resultados pueden provenir de un sinfín de vías.

principio lógico orientador de la teoría neoclásica es el supuesto de agente racional (en este caso, el empresario productor), que procura lograr siempre el máximo económico posible en el desarrollo de sus acciones; el empresario es racional, en este contexto, si optimiza la asignación de sus recursos escasos, al elegir de un conjunto disponible, la técnica optima para maximizar los beneficios. El cambio tecnológico es el resultado de este proceso de maximización.

El Pensamiento Neoclásico define la empresa como una entidad técnica, cuya principal actividad es transformar inputs (factores) en outputs (productos) y, al ser dirigida por un empresario racional, procura la maximización del beneficio en la asignación eficiente de los recursos escasos. Al privilegiar el problema de la escasez, el interés neoclásico se centra en el análisis de las decisiones de la empresa, para alcanzar la eficiencia económica; así mismo, en la teoría neoclásica de la empresa, lo importante es como ésta elige los niveles de inputs y outputs para lograr la maximización del beneficio.

Bajo la formulación neoclásica más dura, la tecnología es considerada como una variable exógena al sistema. Como tecnología, entiende al caudal o cuerpo dado de información y conocimiento que pueden ser aplicados a la producción de bienes y servicios; es decir, el saber de la empresa sobre las diferentes posibilidades de producción que son, a su vez, los planes de producción físicamente posibles descritos por los ingenieros. La descripción del conjunto de posibilidades de producción es un problema perteneciente a la ingeniería; el problema económico consiste en la selección de la mejor combinación de inputs para la obtención de un nivel dado de output. Esta definición considera la tecnología como un factor exógeno y disponible a la empresa, al suponer su presencia, lista para ser adquirida. La selección de la mejor tecnología posible obedece a los criterios y a la restricción de la maximización del producto. “el conjunto de todos los planes de producción tecnológicamente viables�?, esto es, el inventario que hace el ingeniero de todos los procesos productivos tecnológicamente viables.

Al suponerse que la tecnología es información disponible, que no requiere ser explicada, este análisis teórico centra su interés en la relación de precios relativos y la asignación de los recurso escasos. De esta manera, la teoría neoclásica no asume la problemática del fenómeno tecnológico, limitándose sólo a señalar los efectos sobre la producción y el crecimiento. El análisis neoclásico de la selección de técnica de producción, descansa sobre tres hipótesis básicas: la competencia perfecta, la conducta maximizadora y la sustitución de inputs. La competencia perfecta es el modelo base de la microeconomía, en donde se supone la existencia de un número grande de pequeños productores y consumidores precios aceptantes, información perfecta sobre productos, precios y mercados, incluyendo la referida a las tecnologías. La conducta maximizadora es un principio unificador de la teoría neoclásica, ya que todo problema económico es tratado como acciones racionales sujetas a restricciones; el supuesto de sustitución implica que cada punto de la isocuanta es igualmente accesible al empresario. Bajo estos supuestos, el teorema fundamental es que la selección de técnica de producción está determinada por los precios relativos de los inputs capital (K) y trabajo (L).

LA ECONOM�?A EVOLUCIONISTA:

La economía evolucionista considera el cambio tecnológico, no como proceso de elección racional, que asume la tecnología como algo que no requiere ser explicado, sino como el producto del proceso de variación y selección.

En economía evolucionista se reconoce la racionalidad limitada de los agentes económicos. Los agentes están dotados de una serie de capacidades, habilidades y conocimientos, y tienen que aprender para adaptarse a su entorno. En todo momento, los agentes deciden en función de sus capacidades y de su entendimiento del mundo, que ha su vez depende de sus experiencias pasadas, de su aprendizaje y de las capacidades y habilidades del pasado. Consecuentemente, la secuencia de acontecimientos históricos puede influir en el presente y en el futuro (fenómenos de dependencia histórica o path-dependence), y los individuos, las empresas, las instituciones y las regiones evolucionan generando trayectorias (paths). Los economistas evolucionistas conciben el cambio técnico como un proceso de ensayo y error (variación y selección).

Desde la economía evolucionista, la tecnología como información, conceptualizada en la función de producción, realmente no es un bien público. Existen límites en la información debido al conocimiento tácito que algunos agentes utilizan para el desarrollo de productos y procesos, a la protección del conocimiento por medio de patentes, derechos de autor y secretos industriales. Además, las tecnologías de las empresas, en muchas ocasiones, son el resultados de la acumulación de cambios increméntales originados en el aprendizaje tecnológico y en las actividades de investigación y desarrollo (I&D) ejecutadas en los laboratorios industriales. El componente público de la información se encuentra en el conocimiento de las ciencias naturales, sistematizado en series de revistas, libros, y socializados por universidades y centros de investigación. Pero el conocimiento tácito, logrado por el aprendizaje interno de la empresa y el protegido, no están disponibles en el conjunto de posibilidades de la empresa. Estas observaciones permiten el rechazo de la función de producción como construcción teórica del estado del conocimiento tecnológico, y del supuesto de perfecta información. La empresa tiene conocimiento detallado de la tecnología que ella usa; si por alguna razón ésta tiene que cambiar de tecnología, debe buscarla, fenómeno que implica costo y la no certeza de adquirir la optima. Romper con el concepto de tecnología como información es dirigir la investigación sobre sus características y relaciones constitutivas: es “abrir la caja negra�?.

En el campo de la conducta maximizadora, dos ideas asumen la crítica. En primer lugar, no existe un principio único que imponga a la empresa, una conducta coherente de propósitos y; en segundo lugar, el proceso de selección de técnicas no tiene porque dirigirse hacia la opción maximizadora. Si el móvil de la producción capitalista es la ganancia, los empresarios no necesariamente se rigen por el máximo posible; los empresarios aceptan un nivel de ingresos netos de acuerdo con las condiciones (piénsese en los casos de crisis económica). No hay razón para pensar que el empresario tenga que actuar en condiciones de máximo; ésta es sólo una posibilidad teórica. En condiciones de competencia, con acción conjunta de todos los empresarios, la situación de máximo general no es posible.

La economía evolucionista también rechaza la idea de mercado perfecto, señalando la heterogeneidad existente en el sistema (diversidad de empresas, de tecnologías, de productos, de comportamientos, etc.), y existen además mecanismos que garantizan la generación constante de nueva diversidad (innovaciones). En paralelo, tienen lugar procesos de selección endógenos al sistema, que contribuyen a crear orden en el mismo. El concepto de orden se contrapone al de caos, y es diferente del de equilibrio, aunque este último puede ser considerado como un caso particular de orden. Debemos resaltar que dichos mecanismos de selección no son el resultado de las acciones de un “juez externo�?, sino que emergen por la acción agregada de todos los agentes económicos. Más aún, frente a la disciplina del concepto de mercado perfecto, el propósito de toda innovación es justamente conseguir un desequilibrio en el mercado, proporcionando un monopolio temporal para el innovador, antes de que los imitadores saturen el mercado.

La selección de técnicas sigue una lógica distinta y es un fenómeno ex-post. La selección no ocurre sobre un conjunto de posibilidades de producción, como lo supone el enfoque neoclásico, sino sobre las ya existentes y conocidas por el empresario: sobre las que ya tiene y actúa; la empresa no tiene certidumbre sobre la elección, porque una de las características del cambio tecnológico es la de ser incierto, por ello aleatorio y probabilístico. La empresa escudriña la técnica aleatoriamente, incluso en su interior, cuando desarrolla proyectos tecnológicos de I&D con base en su propio conocimiento y aprendizaje tecnológico; para luego decidir sobre la base de satisfacer y no del optimizar. La innovación se caracteriza por la incertidumbre de sus resultados. Existe incertidumbre técnica, referida a la posibilidad de logro de los productos y/o procesos; incertidumbre en los mercados, referida a la posibilidad comercial. Un programa de investigación y desarrollo con grandes recursos puede generar pocos resultados y, por el contrario, un proyecto de I&D con pocos recursos puede generar grandes resultados. Los resultados de las innovaciones no se pueden predecir con certeza, éstos son probabilísticos, no deterministas. Esta noción es un elemento adicional que invita a romper con la perspectiva neoclásica. Si la innovación es incierta, la selección no es determinista y la maximización no es posible; existe bastante incertidumbre para ser racional.

Para los evolucionistas, la adquisición de capacidades tecnológicas e innovadoras se concibe como un proceso acumulativo, en donde el conocimiento juega un papel central, distinguiendo entre conocimiento codificado y tácito. Pero mientras que el conocimiento codificado puede almacenarse y transmitirse fácilmente, el tácito reside en las personas y los grupos, y es transmitido mediante la interacción entre individuos: aparece aquí la dimensión espacial del conocimiento, relacionado íntimamente con el aprendizaje social y las economías de aglomeración, que tienen una enorme importancia en el diseño de políticas industriales y tecnológicas.

ARTICULOS DE INTERÉS

JOSÉ GALLEGO

Unidad de Tecnologías, Instituto Tecnológico Metropolitano, Medellín.

Haz clic para acceder a EL%20CAMBIO%20TECNOL%D3GICO%20Y%20LA%20ECONOM%CDA.pdf

JOSÉ LUJAN

Variación y selección. El darwinismo y la evolución de los artefactos

http://www.emc.ufsc.br/~nepet/Artigos/Texto/Lujan_0199.htm


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